CELULAS MADRES, LA FUENTE DE LA ETERNA JUVENTUD
Desde hace mucho, se ha escrito sobre la fuente de la eterna juventud. La literatura y el cine nos han mostrado diversas formas de buscar o usar dicha quimérica fuente. Sin embargo, desde la Biología puede que se haya abierto un camino que lleve a encontrarla de manera seria.
Desde hace tiempo, los científicos tienen muy clara las capacidades de las células madre embrionarias, unas células cuyo origen se encuentra en los embriones y que tienen una propiedad única: son PLURIPOTENTES, eso es, pueden convertirse en cualquier célula de nuestro cuerpo. Esta propiedad está presente en todos los individuos en edad embrionaria, pero más adelante desaparece y las células se especializan quedando la pluripotencialidad limitada a un tipo de célula concreta. Por ejemplo, las células HEMATOPOYÉTICAS, pueden originar cualquier tipo de célula sanguínea.
Hasta ahora, este fenómeno de la pluripotencia en mamíferos, avanzaba solo en un sentido. Con el tiempo las células pierden pluripotencia y se hacen más especializadas y menos versátiles. Sin embargo, se ha conseguido en algunos laboratorios, cambiar esta dirección y hacer que células adultas ya especializadas regresen a su estado embrionario. A estas nuevas células embrionarias se les llama INDUCIDAS y al fenómeno REPROGRAMACIÓN. Este nuevo paso permite evitar los problemas que presentaban la clonación (envejecimiento prematuro de las células) y éticos (usar células embrionarias).
El proceso es muy complejo, y usa fragmentos de ADN (genes) que se sabe están implicados en la Reprogramación celular. Estos tras ser identificados, se insertan en las células maduras que se quieren transformar usando para ello un virus alterado para su transporte al interior del genoma de dicha célula.
La técnica no está exenta de problemas, pero se trabaja para eliminarlos. Una vez conseguido, las aplicaciones de dicha técnica serán enormes. Por ejemplo, en un paciente donde se desarrolle un tumor se podrán reprogramar estas en células sanas e inyectarlas luego en el mismo paciente para inducir a las demás células del tumor. Se podrá también, transformar células sanas de un paciente con una enfermedad compleja en célula que padezca esa enfermedad, para así poder estudiar el desarrollo de la misma y poder luego aplicar terapias adecuadas. Para estas aplicaciones, se necesitará no obstante, al menos 10 o 15 años.
