viernes, 22 de abril de 2011

DE NUEVO LAS GRASAS PARDAS


Hace algún tiempo, coloqué una entrada sobre las grasas pardas y la importancia que tenía en los bebés y el mantenimiento de su calor corporal. Aparece en un artículo de la revista Investigación y Ciencia, en su número de Abril de 2011 una referencia a estas grasas y su relación con la obesidad. Tal y como vimos en el tema de la nutrición la obesidad aparece cuando se produce un desequilibrio entre la incorporación de calorías (ingesta) y el gasto que nuestro cuerpo hace de las mismas. Esto determina la importancia de una dieta equilibrada y la realización de ejercicio de forma moderada y con continuidad. Lo interesante del artículo está en la relación que establecen con la grasa parda, un tejido especial que permite quemar calorías para producir calor y que evita en modo importante la obesidad. Puede imaginarse la importancia que tienen estas grasas en ambientes fríos. Si se quema esta grasa parda la producción de calor, se aseguran mayores posibilidades de supervivencia
Aquellas personas, propensas a la obesidad y que les han fallado multitud de dietas de todo tipo parecen disponer de una cantidad menor de grasa parda, por lo que su producción de calor y la eliminación de quema de grasa y de carbohidratos es menor. Y es que hasta hace muy poco se creía que la grasa parda estaba sólo presente en periodos neonatales, en la que es muy importante producir calor, sin embargo estudios realizados (buscando casualmente otra cosa diferente, la actividad metabólica de las células cancerosas, que producen elevaciones puntuales de la temperatura) con la Tomografía de emisión de positrones, han permitido ver que la grasas pardas siguen activas en los adultos, y en aquellos donde se producía una menor actividad se relacionaba con casos de obesidad.