domingo, 23 de mayo de 2010

SOBRE LA PIEL HUMANA

ORIGEN DE LA PIEL DESNUDA

Cuando estamos explicando los cambios que se producen en los niños durante la pubertad, siempre surge la misma pregunta sobre el por qué tenemos pelo en determinadas partes del cuerpo y en otras se ha perdido. Casi siempre, recurro a la selección natural para poder explicar estas preguntas, y en especial a la posibilidad de elección de ciertas características por parte de las hembras que se han mantenido en el hombre. En un artículo de Investigación y Ciencia de Nina G. Jablonski se comentan ciertos aspectos del pelo humano que pueden ser muy interesantes.
¿Por qué los mamíferos tienen pelo? Bien, porque proporciona aislamiento, protección ante rasguños, humedad, luz solar y parásitos o microorganismos potencialmente dañinos. También sirven para el reconocimiento entre miembros de una especie (por ejemplo en las cebras, tigres, leopardos) y para realizar muestras que pueden indicar un determinado estado emocional. Sin embargo, no todas las especies de mamíferos tienen pelo: los animales subterráneos lo han perdido (por ejemplo, la rata topo), y los mamíferos marinos también. En este ambiente la desnudez de la piel les permite ser más hidrodinámicos. Para evitar la pérdida de calor estos han desarrollado una capa gruesa de grasa. Otros de vida semiacuática como las nutrias, el pelo les permite un aislamiento perfecto del agua en que viven, así como ayudar a la flotabilidad. Grandes mamíferos como elefantes, hipopótamos o rinocerontes han perdido el pelo por adaptación a los ambientes cálidos en los que viven donde un sobrecalentamiento de sus enormes masas podría suponer su muerte
Así pues, la presencia o ausencia de pelo parece deberse a la adaptación evolutiva a los diferentes ambientes. Pero ¿Qué ocurre en los humanos?
En nuestro caso todo se relaciona con un cambio climático que nos obligó a buscar la alimentación en lugares diferentes a los que se encontraban los géneros que dieron origen a nuestros ancestros. Se cree que mientras Australopitecus vivió en zonas densamente arboladas, mantuvo un pelaje similar al de otros simios actuales. Ese cambio climático les obligo a buscar el alimento en unos ambientes más de sabana, con un alto grado de sequedad y altas temperaturas. Se produce una selección hacia una reducción del pelaje del cuerpo para así evitar un recalentamiento excesivo del cuerpo. Es interesante también que durante ese periodo (hace unos tres millones de años) es cuando se comienza a incorporar carne en la dieta de los homínidos que forman parte del linaje humano (por los útiles y restos de huesos encontrados en el registro arqueológico) posiblemente en forma de carroña primero y posteriormente a través de la caza. En cualquiera de los dos casos, se necesitaba desplazarse en las condiciones antes mencionadas. Se piensa que con Homo ergaster este cambio en el pelo (así como en otras características humanas) era ya un hecho. Se puede entonces situar en la escala temporal hace unos 1,6 millones de años.
Los estudios genéticos han mostrado que un poco después, hace 1,2 millones de años, se originó la piel oscura, situación lógica puesto que tras perder el pelo oscuro que los protegía fue la piel la que debía hacerlo.
Pero tras esto, volvemos a la pregunta del principio. ¿Por qué han permanecido cubiertas de pelo ciertas zonas del cuerpo? En axilas e inglés, parece que podían ayudar a la locomoción además de permitir la propagación de feromonas (sustancias que producen una respuesta en el comportamiento de otros individuos). En nuestra cabeza, permitía la protección de los rayos solares o bien permitía que no se perdiera calor. Del resto sólo existen las suposiciones que hemos hecho al principio (a través de la selección de características por parte de las hembras), pero demostrado aún no hay nada.
Lo que si parece más claro es que la ausencia de pelo en humanos desarrolló otras cualidades como ruborizarse y expresiones faciales varias que nos permitieron comunicarnos de una forma diferente a como lo hacen los mamíferos con pelo.

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